El Salmo 91 es una de las oraciones más poderosas de la Biblia. Muchas personas recurren a sus palabras buscando protección, fortaleza y paz en momentos de peligro o incertidumbre. Este salmo nos recuerda que, bajo el amparo de Dios, no hay nada que temer.
Texto del Salmo 91 (fragmento)
«El que habita al abrigo del Altísimo
morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo al Señor: Esperanza mía, y castillo mío;
mi Dios, en quien confiaré.
Él te librará del lazo del cazador,
de la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
y debajo de sus alas estarás seguro;
escudo y adarga es su verdad.»
(Salmo 91:1-4, RVR1960)
Reflexión sobre el Salmo 91
El Salmo 91 nos habla de un Dios protector, un refugio seguro en tiempos de dificultad.
Cada versículo es una declaración de fe que reafirma que el Altísimo nos guarda de todo mal: pestes, enemigos, miedos y peligros.
Cuando confiamos plenamente en Dios, encontramos descanso, seguridad y fuerza. Sus alas nos cubren, como una madre protege a sus hijos. Esta imagen nos llena de esperanza y consuelo, recordándonos que no estamos solos ni desamparados.
Repetir y meditar este salmo diariamente puede fortalecer nuestro espíritu y nuestra confianza en el plan divino.
¿Por qué rezar el Salmo 91?
Rezar o reflexionar sobre el Salmo 91 te ayudará a:
- Sentir protección divina en todo momento.
- Aumentar tu confianza y fe en Dios.
- Encontrar paz interior ante situaciones de miedo o inseguridad.
- Recordar que Dios nunca abandona a quienes confían en Él.
Conclusión
El Salmo 91 es una fuente inagotable de consuelo, fuerza y protección.
Permite que sus palabras te envuelvan cada día, recordándote que, bajo las alas de Dios, nada puede dañarte.
Confía, descansa y camina siempre con fe.